domingo, 18 de noviembre de 2018

Hace un siglo (y siete días) terminó la Primera Matanza Mundial

Me animo a escribir unos párrafos sobre la Primera Guerra Mundial, la semana después de que se haya conmemorado los cien años de la firma del armisticio que le puso fin. No es que el tema carezca de atractivo para mí, pero nunca ha ejercido la misma fascinación que la Segunda Guerra Mundial. De pequeño y adolescente, el cine bélico que pasaban por la televisión se centraba casi exclusivamente en este otro conflicto, cuyas consecuencias políticas estaban vigentes (Guerra Fría), y que ofrecía elementos de análisis tan interesantes como el Nazismo y la evolución tecnológica que condujo del Panzer a la bomba atómica. Creo no equivocarme si afirmo que la producción bibliográfica, histórica o novelada, tampoco es comparable, aunque en los últimos años la diferencia se viene compensado. En resumen, mi conocimiento de aquel periodo es menos sólido. No obstante, he decidido compartir una cuantas impresiones personales.

sábado, 3 de noviembre de 2018

A Night at the Opera

El pase en las salas de cine de Bohemian Rhapsody, el biopic sobre Freedie Mercury y Queen, es la ocasión perfecta para que dedique un post al que los expertos consideran unánimamente su mejor disco y yo incluyo entre mis favoritos. La película no ha entusiasmado a la crítica, pero ello no parece desanimar a los fans ni a los admiradores de la música del cantante y del grupo. Yo nunca fui lo primero y, en cuanto a la música, en realidad nunca he escuchado con la debida atención toda su producción discográfica. Por supuesto, como miembro de la generación musical de los 80, reconozco enseguida los éxitos que Queen y Mercury en solitario alumbraron durante aquella década, y -lo confieso- alguno lo aprecio ahora más que antes (sin duda, por el efecto nostalgia y porque no comulgo con la música que triunfa hoy). Por otra parte, A Night at the Opera es uno de los dos elepés de Queen (el otro es News of the World) con los que hice mi primera colección de vinilos, procedente del puñado que mi hermano dejó en casa cuando emprendió vida independiente. De ahí el cariño que le tengo, cimentado, además, en una escucha atenta y regular de años.